31-12-2020
Al toque de la medianoche, disfrazados como si fuera un carnaval de lo más atÃpico, brindamos por el año que empezaba. AcogÃamos al 2020 felices e inconscientes de lo que nos iba tocar vivir.
31-12-2020
Es el último dÃa de un año que la mayorÃa de nosotros quiere superar, un año que ha golpeado la colectividad pero no nos ha unido. Un año que ha herido, asombrado y que nos ha demostrado la impotencia humana ante misterios más grandes. Un año que se ha llevado vidas y que ha traÃdo otras.
Básicamente un año que ha ofrecido verdaderamente a todos, la oportunidad de darnos cuenta de qué va la vida.
Las restricciones y en parte las ganas más apagadas, no nos dejarán celebrar con la misma euforia. Llegamos a final de año estremecidos y hartos de las nuevas condiciones sociales. Inevitables y oportunas.
Sin embargo algunos ven en el año por venir una nueva oportunidad de rescate y la legitimidad de recuperar lo que se ha perdido. Empezar por donde se habÃa interrumpido la calma, el pasado marzo.
Personalmente no sé qué esperarme, me encantarÃa acoger un año diferente y mejor, pero si soy sincera no tengo la mÃnima expectativa sobre el 2021. Solo deseo ser fuerte lo necesario para superar los obstáculos que vendrán por delante y muchas ocasiones para celebrar momentos felices.
Este año para mi ha sido difÃcil pero no el más duro que he vivido, sin embargo por primera vez he sido participe de un drama colectivo en lugar de personal, que por un lado me ha enseñado la fragilidad, por el otro la equidad y la empatÃa , dos valores que reputo fundamentales para el crecimiento.
Asà que brindo por lo aprendido durante un año complicado y por un nuevo año más ignoto de lo que nunca imaginarÃa y que espero que sea feliz, próspero de oportunidades y lleno de salud.
Feliz año nuevo a todos.
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